En
la
terapia sanadora que llevo haciendo desde hace tres años, primero con
Diana
Sánchez y luego con el equipo de Laura Gutman (Laura y Marián) siempre
hay un
genérico en los intercambios, un leit-motiv que se repite en casi todas
la
sesiones: la herida
primitiva que infringe el patriarcado al nacer, (el sistema social en el que
vivimos por contra de la sociedad solidaria), que es la negación de la humanidad, la negación del
cuerpo de
la madre en el nacimiento, parto incluído y en la crianza.
Se habla pues de este dolor,
que se lleva siempre, de esa necesidad de bebé, de esa indiferenciación objetal que se experimenta los primeros meses de vida, de bebés no sabemos que somos "otro" separado de la madre y ahí, con esa separación, con esa negación de la ecología del deseo y el cuerpo materno empieza esa "contracción" personal que nos acompaña el resto de la vida. De esa la falta de mirada nace nuestra terrible
dificultad de intimar incluso con nuestros propios hijos, nacen nuestros
personajes y nuestras corazas que nos protegen y hacen que consigamos migajas de amor.
El origen
de estas dificultades que hacen que recurramos, algunos, a querer y
necesitar crecer más,
algunos a los psicofármacos, a las adicciones, enfermedades, está justo
ahí, en
esa falla, en ese vacío que queda ya desde que nacemos, que no es, claro
está,
en absoluto, determinante de por vida pero si irreversible. Luego está
el
aderezo del maltrato (emocional, psicológico y físico), la falta de
mirada de unos padres que no miran más que su
propia herida y las necesidades "vitales" que ella acarrea. Pero el ingrediente
principal es
esa falta de atracción centrípeta de la madre, la falta de su cuerpo,
hasta que lo necesitemos. Todas las filosofías y teorías relacionadas
con la crianza consciente lo comparten, la Antroposofía, la Gestalt, la
Transpersonal, la Jungiana, la Reichiana, la Sistémica, Montessori, La
Pedagogía Activa, etc... unas más otras menos y otras, por desgracia, no
"acuden" todo lo urgentemente que habría que acudir a comprender e
indagar esa falta que acarrea sufrimiento y enfermedad de por vida, se obvia de este modo por
completo nuestra ecología humana, aunque se hable de inteligencias
emocionales y modas al uso, sin indagar en nuestra historia. Es como perderse lo "mejor" de la película, lo más importante.
Ese lugar vacío que nos queda desde que somos separados antes y después
de nacer, ese lugar que otorga a nuestro sistema social la posibilidad
de dominar al carente o al desamparado o hacer dominadores llenos de
rabia y también de desamparo, ese lugar hace que la rueda destructiva se
vaya alimentando sin tener principio ni fin. Me dice
Marián que somos la generación bisagra, que esperamos que nuestros
padres nos
miren con esa mirada de amor incondicional que no tuvimos, que no
perdemos esa
esperanza, pero que nuestros nietos ya no tendrán ese problema. Así sea.
Hola, sobre la mención de "Reichinana" imagino querías decir Reichiana? (de Wilhelm Reich) si es el caso una corrección, no caería dentro del grupo de "filosofías y teorías" que mencionas.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Jeje, el typing nunca ha sido lo mío...
ResponderEliminarSabes, he currado muchos años en temas de OMG, semillas etc, y...todo lo peor que te puedas imaginar es cierto, he visto lobbing con mis propios ojos a la hora de legislar. Como se suele decir, la malignidad no es si no falta de amor.
Muchas gracias por explicar tan bien lo que ocurre por la falta de amor primario proveniente del cuerpo materno.
ResponderEliminarTe abrazo
y Comparto
leslie Power
@powerlesliecl
Gracias Leslie! la verdad es que es un destilado de todos estos años...me ha quedado esa esencia.
ResponderEliminarTremendo y tan profundamente real y doloroso. Gracias Paty, como siempre.
ResponderEliminarMe gusta lo que os cuentas y me apetece indagar más sobre el tema, sobre todo de un modo práctico. Es que estoy muy virgen en este asunto...
ResponderEliminarAlguna recomendación sobre donde comenzar?
Gracias!
Pues comenzar por una misma no? indagando y sintiendo todo eso que no fue nombrado,que fue negado o tergiversado, solo desde ahí, desde el "automaternaje" se puede empatizar sin culpas; si hay hijos, buscando espacios etc.
ResponderEliminarUn abrazo enorme