miércoles, 27 de marzo de 2013

El patriarcado me mata de frío



Todas las que somos madres de hijAs no podemos evitar percatarnos de todas esas cosas que no nos gustarían para ellas, a pesar de que serán ellas las que elijan.

Una de ellas es el tema de pasar frío. Cuando hace frío, en los lugares donde lo hace, claro, y aunque esto sea una percepción muy subjetiva ( percepción, grados, sensación térmica por viento, humedad, fase del ciclo menstrual) es interesante observar. Si tenemos que salir o realizar actividades en el exterior, en lo primero que deberíamos de pensar es en nuestra salud y en el ejemplo que le estamos dando a nuestras hijas. Buenos zapatos, buenos calcetines o leotardos, buenos abrigos, ropa interior que nos cubra los riñones, bonitos gorros...el ir abrigada no está reñido con la coquetería, conozco mujeres sexys y poderosas que van siempre muy bien abrigaditas. Hay cuatro puntos importantes a tener en cuenta: los pies, los riñones (a veces se llevan muchas bufandas y gorros y estos van al aire), la garganta y la cabeza, sobre todo esta última si hace viento.

Abrigarse no es sobreproteger. Abrigarse es igual de importante que desabrigarse cuando entramos en un sitio cálido e igual de importante que vivir en casas con la calefacción a no más de 20 grados y dormir con un poco menos.

Recuerdo cuando vivía en Inglaterra y compartía piso con 9 chicas inglesas, salían los sábados casi desnudas y "maceraban" sus domingos en paracetamol.

Sí, la realidad es otra, poco hemos avanzado desde los "figurines" de la post-guerra en España, y muchas veces la calle parece la gala de los Oscars: chaquetitas de paño entalladas, escotazos, ausencia de gorros (si no se estropearían horas de secador), tacones imposibles, zapatos de suela, botas desangeladas. Parece que sigue siendo más importante la apariencia que la salud, seguimos hipotecando nuestro bienestar por ir a la moda o gustar a todos.

Mujer, abrígate! cuídate!

viernes, 15 de marzo de 2013

Nuestra dieta




La palabra "dieta" viene del griego díaita "manera de vivir", que luego derivó en Diaeta, en latín. La comida es una forma de vivir.


Desterremos la idea de que comer sano y bien es caro y difícil. Lo hacemos difícil y caro cuando pretendemos comer todos los días o día si o día no chueltas de cerdo, filetes, pollo, embutidos, grasas saturadas, refinados, cantidades ingentes de lácteos procesados en forma de postres, (la industria de la leche, qué poder tiene!) azúcar...Nos olvidamos de que la buena comida, la que alimenta, es aquella que ha crecido en una tierra respetada, que le ha dado el sol, el agua, que tiene oligoelementos, sales minerales, vitaminas, proteínas, hidratos sin refinar, grasas sanas...

Para adquirir estos productos hay tiendas sí, pero también están los grupos de compra y las cooperativas. Cada vez hay más por todos lados. Yo llevo 9 años ya perteneciendo a varios, incluso los hay que si te organizas con varios vecinos o amigos, te pueden llevar el pedido semanal o quincenal a casa, como nuestras queridas de la Garbancita Ecológica. Cuando se compran grandes cantidades a productores ecológicos cercanos (con todo el mérito que tienen!) los precios bajan. Estas cooperativas tienen cada vez más de todo, huevos, pan, carnes, derivados de las algas, pastas, vinos...


Una ensalada de espinacas frescas, por ejemplo, con su lechuga (la lechuga eco la hay todo el año en el mediterráneo) si se quiere, aguacate, se le puede echar arroz integral, gomasio (sésamo molido), queso de cabra curado o fresco, garbanzos, frutos secos, aceitunas, aliñada con limón y aceitito del bueno, deliciosa. Sigo: unas alubias rojas con tempeh, Huevos cocidos con acelguitas y su patata o con calabaza estofada (sí, es un rollo pelarla, es cierto, pero se puede comprar ya cortada) o judías verdes,  son cosas que no llevan tanto tiempo y que además están buenísimas, como los purés de verduras (a los peques se les puede echar avena en el puré) una vichyssoise, etc. Si a nuestros guisos además les añadimos algas, aunque sea muy poquito, kombu, wakame, cochayuyo, estaremos enriquciéndolos con más sales minerales. Y fruta, mucha fruta y fermentados, y si se toleran los lácteos (en general guarrean bastante por dentro) los de cabra son una buena opción. Todo a poder ser de temporada...¿Qué puede llevar de alimenticio un tomate que creció sin sol, bajo un plástico?. La verdura ecológica y de temporada alimenta, llena más y sabe mejor! Y el pan (qué malo es el pan que se compra por ahí!) que sea pan integral. Unas lentejas con arroz integral con puerro, su ajito (si se quiere) en la olla express, es un plato barato que contiene, como el hummus, los mismos aminoácidos que un filete.

No nos liemos, dicen que en la olla express se pierden propiedades de los alimentos y que es mejor comerlos crudos. En invierno siempre se ha comido caliente y si nuestro problema principal es la falta de tiempo no volemos alto y ayudémonos con estos electrodomésticos. Si hacemos estofados hagamos mucho para que nos dure varios dias. No pasa nada por repetir!!!
Unas patatas guisadas con alcachofas, una ensalada de col con manzana...todo ello acompañado de hidrato de carbono de cadena larga como pasta integral, arroz, mijo, quinoa, trigo integral, espelta, cus-cus, variar de cereal es importante. Un plato de macarrones integrales con su salsita de tomate y sus verduritas y si se quiere algo de seitán o salchis vegetales, o atún, que por comerlo de vez en cuando no pasa nada...mmmmm. Un desayuno con Tahine que tiene mucho calcio (esto sí que ya es un poco más caro) muesli, o unas tostadas integrales con aceite de oliva, papas de avena (la avena es una pasada y está bueníiisima), un plátano, algo que llene de verdad, y no esos cereales o esas galletas que luego una se muere de hambre a la hora y media, y por qué no! de vez en cuando, una tarta, galletas, algún dulce, pero no para escondernos detrás de ellos si no para disfrutar de la excepción.

Y si somos unos apasionados de las carnes comamos menos, una vez a la semana es suficiente (las implicaciones ambientales a nivel mundial del consumo de proteína animal son brutales, no me voy a extender) y si puede ser ecológica o de ganadería extensiva mejor, sin duda alimentará más, nosotros no comemos embutido, pero cada 10 días o así nos damos un homenaje y nos compramos un salchi ibérico o un jamoncito. Un jamón york, tal y como tienen a los cerdos que al parecer lo último es que les dan antidepresivos..no sé yo si alimenta mucho. O el pescado, vale, de vez en cuando, unas sardinitas, unos gallos, por qué no, son baratos! (compra los de tamaño más pequeño por el tema del mercurio)

Y otra cosa, muy importante, comer poco, menos, recordemos el refŕan "de grandes cenas están las tumbas llenas" y es una gran verdad, comemos mucho y mal, es mejor comer poco y bien, además de ser más sano, es mucho más barato, sin complicarnos, con un vinito tinto de vez en cuando (no hay excusa, esta botella vale 3,40 euros y está de buenoooooo.

A mí se me abren las carnes cuando veo los carritos en los supermercados, hasta arriba de coca-colas, carnes picadas que no tienen ni color, galletas del dinosaurio o de lo que sea, patatas fritas. Toda comida "reconfortante" y que acidifica el cuerpo (lo que lo convierte en caldo de cultivo de células tumorales) y que da picos de energía que luego bajan de repente, comida "éxtasis" podríamos llamarla, ¿realmente creemos que con eso estamos comiendo?

Os aconsejo que consultéis la web de Montse Bradford, llena de inspiración, fundamentos y recetas, también para los peques.

Comer bien no es caro, ni un rollo, en serio, es cuestión de organizarse y repensar nuestras vidas.
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