domingo, 25 de enero de 2015

Todas y todos somos madres y padres.

Hace ya tiempo y como ya vengo repitiendo en este blog, me di cuenta de lo poco que se consigue si no se dejan atrás ciertas cosas.

Ahora que estamos viviendo una época de supuestos cambios que se nos vienen, todo me suena, me resuena. Para izar una bandera con convencimiento y para querer que los vicios de voracidad que caracterizan a nuestra civilización desaparezcan hace falta más que reuniones, asambleas, grupos y sueños, hace falta que nosotros tomemos conciencia de dónde venimos y ser amables con nuestras limitaciones, no desde el derrotismo, sino desde las ganas de mejorar y la responsabilidad. Yo me he ido de grupos, foros y demás donde detectaba una teoría defensiva que no hacía más que disfrazar las verdades personales, está bien decidir, informarse, no dejar que el patriarcado nos introduzca en su pesada e inerte bola que gira, todo lo atrapa y produce adicción, está bien compartir, apoyarse, intentar ser un poquito mejores cada día, pero condenar sin saber, sin compasión, sin comprensión, las decisiones ajenas no me dice nada bueno.



https://www.youtube.com/watch?v=Me9yrREXOj4

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